¿Quieres arreglar y repinar tu estufa vieja? ¿Sabes qué pintura tienes que usar para ello? En este artículo te explicamos cómo pintar una estufa de hierro paso a paso sin tener que utilizar productos muy técnicos. ¡Vamos a ello!
1) Comprueba que la estufa esté limpia y libre de óxido
Si la estufa tiene polvo, grasa o zonas oxidadas, tendremos que limpiarla bien con los productos adecuados. Por ejemplo, si tiene grasa, obviamente tendremos que utilizar un desengrasante para retirar toda la suciedad. Y, en el caso de que tenga óxido, tendremos que raspar las zonas más oxidadas con un cepillo de latón.
2) Lija la chimenea con el abrasivo adecuado
A continuación, dependiendo del estado de la chimenea, lijaremos la superficie con un grano más grueso o más fino. Es decir, si tiene muchas imperfecciones como desconchones en la pintura o zonas corroídas por el óxido, utilizaremos una lija más gruesa para desbastar la superficie y conseguir más uniformidad en el soporte que vamos a reparar.
En cambio, si la pintura antigua se mantiene más o menos bien, emplearemos una lija de grano fino para abrir poro a la superficie y conseguir que el anclaje del material que vayamos a aplicar después sea el óptimo.
3) Pinta la estufa con un esmalte anticalorico 350º
Una vez que tengamos la superficie limpia y lijada, es el momento de pintar. Para ello, utilizaremos el esmalte anticalorico de Tollens. Ya que, este resiste temperaturas de hasta 400ºC. También se podría usar un spray de altas temperaturas para pintar la chimenea. El único inconveniente que tendría, es que gastas más material. Y, por tanto, necesitas más botes.
Primero aplicaremos una primera capa de pintura con la ayuda de un rodillo pequeño y una paletina. Luego, al pasar unas 8 horas, daremos otra mano de pintura a la estufa. Así, nos aseguraremos de que la superficie pintada ha quedado totalmente protegida.
4) Espera a que la pintura se seque por completo
Antes de encender la estufa, es muy importante que el material que hayamos aplicado esté bien seco. Por ello, según sea la base de la pintura (al agua o al disolvente), tendremos que esperar un tiempo determinado u otro.
En general, si pintamos la chimenea con un esmalte sintético, tendremos que dejar pasar al menos dos días antes de ponerla en funcionamiento. En cambio, con una pintura al agua, podríamos encenderla transcurridas las 24 horas.
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